Pablo
Hermoso de Mendoza , ratificó su rol de figura del rejoneo mundial.
Cortó tres orejas y salió en hombros de la plaza, he hizo de padrino de
lujo en la alternativa del joven rejoneador ecuatoriano Sebastián
Peñaherrera, que cortó una oreja ya como matador de toros. Completó la
terna el también ecuatoriano Wilson Vallladares, que tuvo momentos de
lucimiento en su que hacer, no cortó trofeos, ante una plaza llena de
aficionados.
No cabe duda que Pablo Hermoso de
Mendoza es un artista que domina a sus caballos, los toros que le tocan
en suerte y al publico que lo aclama cada tarde. Hoy hizo gala de todas
estas virtudes y brindo dos faenas completas de variado repertorio en
cada tercio. Corto dos orejas en su primero y una en su segundo por
pinchar, se llevó un apéndice. Tuvo un percance y fue derribado con su
caballo y estuvo a merced del toro afortunadamente sin consecuencias, su
repertorio, variado, artístico con un dominio total de sus
cabalgaduras, hicieron disfrutar al público presente, banderillas
largas, cortas, rosa, estocadas fulminantes un verdadero espectáculo el
rejoneador español.
Ecuador tiene un nuevo rejoneador,
resultó muy emotivo el debut como matador de toros del joven quiteño
Sebastián Peñaherrera, pues al recibir su doctorado del mejor rejoneador
del mundo, asumió con vergüenza torera y capacidad su responsabilidad
ante el público y brindo una faena de momentos lucidos y artísticos en
el toro de su alternativa, lo que permitió cortar una oreja que le llevó
casi a las lagrimas por ver hecho realidad el sueño de su vida, una
presentación por demás seria, con gran dominio de sus caballos, bien con
las banderillas, en su segundo toro tuvo que descabellar y la autoridad
le negó la puerta grande que la tenía bien merecida.
Wilson Valladares por su parte
reemplazaba a última hora al rejoneador colombiano Restrepo, cumplió
con meritos suficientes su primera faena que lo hubieran hecho
merecedor de una oreja, de no ser por sus fallos con los aceros. No tuvo
suerte ni con el primero ni con el segundo de su lote, al que tuvo que
encargar al matador sobresaliente José del Río, que lo pasaporte, pero
estuvo pesado con los aceros también.
Síntesis de la Corrida: Plaza de Toros
“San Francisco de Quito”, Tambillo Alto, provincia de Pichincha, plaza
llena, se lidiaron dos toros de Trinidad, dos del Arriero, uno de Santa
Rita y uno de Charrón, bien presentados y de variado juego, destacando
el toro de Trinidad primero de la tarde, que fue aplaudido en el
arrastre; Pablo Hermoso de Mendoza: Dos Orejas y Oreja; Wilson
Valladares: Aplausos y Silencio; Sebastián Peñaherrera: Oreja y
Aplausos.