El matador de toros madrileño
Miguel Abellán, ya no es solo el torero con ángel, valiente y gran
carisma, hoy tras dieciocho años de alternativa demuestra en cada
presentación su gran toreo, poderoso y de entrega total, no se guarda
nada y se esmera por agradar a la afición. Ya no es solo Ambato y Quito
en donde el madrileño goza de una preferencia total, ahora también es
Riobamba en donde repitió su actuación y salió a hombros de la plaza
Raúl Dávalos, tras cortar una oreja a cada uno de sus astados, después
de unas faenas llenas de detalles, valor y técnica.
Francisco Rivera Paquirri, estaba
cumpliendo veinte y un años de alternativa y lo hizo toreando en la
ciudad de Riobamba, lastimosamente el lote no colaboró con el diestro
madrileño, pero en todo momento se evidenció su entrega para agradar a
la afición riobambeña, que lo ovacionó al finalizar las dos faenas.
Ovación y ovación fue el resultado artístico de su labor.
Diego Gaibor tuvo una actuación digna
con los toros de su lote, no aprovechó las condiciones de su segundo
toro el cual se prestaba para un triunfo. En su primero poco fue lo que
pudo hacer ante un toro manso. Palmas y silencio para el torero de la
tierra.
Sebastián Peñaherrera cortó una oreja a
un buen toro de Ortuño que colaboró con el rejoneador y le permitió
realizar una faena vistosa, caracterizada por el dominio sobre sus
cabalgaduras y la precisión de rejones banderillas y estoque.
El toro Camaleón de Campo Bravo mereció
la vuelta al ruedo en el arrastre. Lo negativo la poca asistencia a esta
corrida goyesca casi un tercio de plaza se dio cita a la Raúl Dávalos.
Hay que destacar que el rejoneador Sebastián Peñaherrera donó sus
honorarios a las víctimas de terremoto. Los toreros participantes
donaron varios artículos para una subasta con el mismo fin.