Una muy entretenida corrida
de toros, se vivió en La Corrida de la Independencia, que se llevó a
cabo en la Plaza de Toros Raúl Dávalos de la ciudad de Riobamba.
Sin duda la baja del cartel de José
María Manzanares a pocos días de que se lleve a cabo influyó tal vez en
que la plaza no se llene completamente, pero el cartel que se presentaba
era muy rematado ya que estaba compuesto por el número uno y dos del
escalafón, David Fandila “El Fandi” y Juan José Padilla respectivamente,
además de la presencia del torero riobambeño Mariano Cruz Ordoñez que
goza de gran cartel en su ciudad. Se lidiaron siete toros de los hierros
de Campo Bravo y El Pinar, destacando el sexto de nombre “solterito”
que fue indultado por el diestro Cruz Ordoñez. Juan José Padilla regalo
un toro sobrero.
Al final los aficionados presentes se fueron con un
gran sabor de boca y contentos de haber presenciado lo que fue una gran
corrida de toros.
Cabe destacar la entrega de los tres
toreros, las ganas de agradar a la afición de las dos figuras españolas
que vinieron a dar lo mejor de su repertorio artístico, sin guardarse
nada entregados demostrando que no vienen a cumplir simplemente un
compromiso profesional, sino vienen a salir por la puerta grande en
busca de la gloria de los toreros.
Juan José Padilla en sus tres toros
estuvo a lo Padilla, valiente, entregado, espectacular. En su primer
toro hizo todo el esfuerzo a un toro que colaboró a cuenta gotas, cortó
una oreja. En el segundo de su lote una gran faena que perdió trofeos
por estar pesado con los aceros, dio vuelta al ruedo ante el aplauso del
público. Pero este torero tenía que salir a hombros y regaló el sobrero
de Campo Bravo, un toro que jamás humilló, pero fruto a su esfuerzo le
cortó una oreja y cumplió con su cometido de salir triunfante de la
plaza.
David Fandila “El Fandi”, como siempre
se puso al público en su bolsillo, con su repertorio en banderillas que
fue aplaudido a rabiar por la afición que disfrutó del espectáculo del
granadino, desplantes toreros, gran manejo del capote y la muleta y muy
efectivo con el estoque. Una oreja a cada toro de su lote le aseguró su
salida en hombros de la plaza.
Mariano Cruz Ordoñez tuvo la suerte de
toparse, entenderse y aprovechar de las condiciones del mejor toro de la
tarde, “solterito” de Campo Bravo, un toro bravo noble y con recorrido,
al cual después de una faena muy vistosa, artística, llena de coraje y
valentía, le indultó y recibió los máximos trofeos frutos a la faena
realizada. En su primer toro poco fue lo que le pudo realizar a un que
no colaboró y no pudo encontrarse con su toreo y fue silenciado.
Síntesis de la Corrida:
Juan José Padilla: Oreja, vuelta al ruedo y oreja en el de regalo.
El Fandi: oreja y oreja.
Mariano Cruz Ordoñez: silencio, dos orejas y rabo simbólico