Es necesario hacer conocer a la afición
taurina ecuatoriana y a la comunidad en general, que la Prefectura de
Pichincha, por medio de la empresa pública de turismo encargada de la
administración de la “Ciudad Mitad del Mundo” ubicada en San Antonio de
Pichincha, ha procedido a desmantelar los elementos que componían la pequeña plaza
de toros que existía en este complejo turístico y destinar este espacio
para otras actividades, con lo cual los eventos taurinos que allí se
celebraban, especialmente novilladas ya no se podrán efectuar.
Llama la atención, que los estamentos
perjudicados directamente, no se hayan pronunciado públicamente sobre
este atropello a la cultura y tradición taurina que existe en Pichincha,
nada han dicho sobre este acto deplorable, ni siquiera una tibia
protesta o manifiesto público.
Lo grave de este asunto es que como van
las cosas y con la apertura a los minúsculos grupos “antitaurinos” en el
Municipio de Quito, no nos sorprendería que la Plaza de Toros Belmonte
sea el próximo objetivo para convertirlo en un “espacio cultural”.
La plaza de toros estaba ubicada detrás
de la iglesia central y posee una estructura octogonal con capacidad
para 2.200 personas donde se podía apreciar festejos taurinos con la
participación de novilleros y aficionados casi siempre con los graderíos
llenos.
Por lo menos la intención es que se sepa
de los acontecimientos y que no pase desapercibida y sea rechazada esta
acción por la opinión pública.