Pasado ya varios días de la inconstitucional consulta popular en la cual se incluyó la pregunta sobre eliminar la muerte del animal en público ha quedado en evidencia que en cada rincón en el Ecuador Taurino donde existe una arraiga tradición taurina y una plaza de toros adorna el ornato de las ciudades el NO ha ganado de una manera clara y contundente, once provincias del Ecuador se han pronunciado claramente en contra de la prohibición de matar animales en público, es decir están de acuerdo en que sigan las corridas de toros a la usanza española.
A excepción de la ciudad de Quito y dos cantones de la provincia de Pichincha, cuyos votos están siendo contados y vigilados de una manera celosa el resto de las ciudades taurinas se han pronunciado claramente en las urnas y es así que que en las ciudades de Ambato y Riobamba, lugares donde se celebran las más importantes ferias taurinas junto a la de Quito las corridas seguirán con toda su integridad y como han sido hasta estos días, provincias y cantones netamente taurinos como son las de Pichincha, con los cantones Mejia, Pedro Vicente Maldonado y San Miguel de los Bancos, la provincia de Bolivar y sus cantones de Guaranda, Chimbo, San Miguel, Chillanes, Echeandia, Las Naves y Caluma, la provincia de Cañar y sus cantones Azogues, Cañar, Biblian y Suscal, la provincia de Carchi y sus cantones Tulcán, Montufar, Espejo, San Pedro de Huaca, la provincia de Cotopaxi y sus cantones de Pangua, Latacunga, Pujilí, Salcedo, Saquisilí, Sigchos y La Mana, la provincia de Chimborazo y sus cantones Chambo, Riobamba, Guano, Colta, Guamote, Alausí, Chunchi, Penipe y Pallatanga, y la Provincia de Tungurahua con sus cantones Ambato, Mocha, Tisaleo, Pelileo, Pillaro, Patate, es decir las provincias que tradicionalmente son taurinas se mantienen las corridas a la usanza española, cuarenta cantones y contando más que se suman a la tendencia de que el no gane en la pregunta ocho.
El argumento que manejan estos grupos de antitaurinos, tontos útiles del gobierno, tanto como la abolición como la eliminación de las corridas de toros se les ha ido por los suelos, lo que han conseguido con esta espúrea consulta es que la propia constitución protega y legitime las corridas de toros de la manera que tradicionalmente se han llevado a cabo en el Ecuador, en virtud a esto varias ciudades que se autodenominaron "antitaurinas" como Loja y Baños este momento y amparados por la mencionada constitución están permitidas de realizar festejos taurinos y con total amparo de la ley suprema del país.
El único golpe que ha recibido la integridad de la fiesta brava y quizá uno de los más fuertes es el de la ciudad de Quito, que se encuentra con una pequeña ventaja del si en la pregunta que nos incumbe, al igual que el cantón Rumiñahui, la primera sede de la feria más importante del Ecuador y el cantón Rumiñahuí que es uno de los cantones de tradición netamente taurina, y de manera sorprendente y quizá hasta rara son los únicos donde se perdería en esta pregunta, lo cual significaría que no se pudieran matar a los toros en la arena sino hipócritamente se debería hacerlo sin público según el gran pensamiento de los bimorales que han llevado esta posición a las urnas, por lo cual las corridas de toros seguirían pero a la usanza portuguesa, en ningún momento de eliminan las corridas de toros como tal eso si debe quedar en claro.
En resúmen en todas las provincias y cantones con gran tradición taurina, la fiesta brava seguirá de la misma manera y más fortalecida, a pesar del golpe que significaría la pérdida de Quito de la integridad de la fiesta brava el triunfo ha sido total y el movimiento taurino le dio una bofetada a la pretensión absurda del gobierno.
Las corridas de toros íntegras seguirán en el Ecuador y completamente fortalecidas, amparadas por la constitución y con el apoyo de millones de votos que respaldarán y blindarán las mismas de cualquier ataque o pretensión de estos grupos movidos por la bimoralidad, resentimientos sociales e hipocresía.
TOROS PARA SIEMPRE EN ECUADOR