martes, 15 de febrero de 2011

Quito Luz del Planeta de los Toros




Que Quito sea conocida como la “Luz de América” no se debe solamente al Primer Grito de Independencia americana. Históricamente, esta ha sido una ciudad que siempre ha respondido, con dignidad y valor, cada vez que ha visto que su libertad se ve vulnerada. Anoche, Quito fue la capital del toreo y de todos aquellos seres humanos que se alinean con la libertad. El histórico festival “Gallos y Toros por la Libertad” está muy lejos de ser un acontecimiento puramente taurino. Es la declaración de principios de un grupo humano dispuesto a luchar por lo que cree, siempre desde la tradición, la paz, el respeto y la tolerancia. Enorme lección ante quienes anteponen la mentira, la pintura roja, el golpe y el insulto para imponer lo que ellos piensan debe ser la tradición en una sociedad que es ante todo mestiza y diversa. En lo estrictamente taurino, fue una noche de toros interesante y con momentos de enorme intensidad, gracias a la disposición de los tres diestros y al buen juego y presentación de los toros.

 Plaza de Toros Quito. Festival “Gallos y Toros por la Libertad”. Miércoles 9 de febrero de 2011. Lleno de no hay billetes. Se lidiaron 5 toros de Vista Hermosa (2do. y 5to.), Triana (1ro.), Santa Coloma (3ro.) y Peñas Blancas (4to.) de correcta presentación y buen juego en línea general. David Fandila “El Fandi”, oreja y dos orejas. Sebastián Castella, Ovación y dos orejas y rabo. Martín Campuzano, palmas. Al final del festejo los tres toreros salieron en hombros por la puerta grande, en medio del clamor popular y de gritos de “libertad”. Como nota negativa, la ausencia de la Banda Municipal del Distrito Metropolitano de Quito por motivos que deberían ser explicados.

Dos días para hacer historia. Dos días donde ha quedado demostrado, amén de mayorías y minorías, que los taurinos somos presencia en este país y que estamos en pie de lucha. Y lo hacemos con las armas que nuestra propia Fiesta nos brinda. Solidaridad, unión, torería, respeto, tolerancia y democracia; unas pocas palabras que bien pueden estar presentes al momento de definir lo que es la Tauromaquia, sus valores, mismos que van por delante en esta lucha que se nos ha planteado y a la cual no renunciaremos jamás, a pesar de no haberla pedido ni provocado. El interés que despertó el anunció de un festival gratuito con la presencia de El Fandi y Sebastián Castella se desbordó el martes y miércoles con la entrega de los boletos para entrar a la plaza. Mareas humanas se volcaron al parque de “El Arbolito” en pro de conseguir un lugar en este acontecimiento y de paso, para demostrar que no somos ni pocos ni viejos los que amamos a la Fiesta. Papel agotado, igual que cuando en la feria se anuncian estos dos toreros.

Horas antes del festejo, otro triunfo. El Vicepresidente de la República, Dr. Lenin Moreno, recibió en su despacho a Castella y Fandila. Conversación de toros, para tumbar las mentiras que se dicen por ahí respecto a la Fiesta y dejar sentadas las propuestas de un sector de la sociedad que solo pide disfrutar su tradición y su herencia con la misma libertad que lo ha hecho siempre. Ojalá que el doctor Moreno sepa transmitir al Presidente todo lo positivo de este encuentro.

Entrando ya en lo referente al festival hay que empezar por destacar la enorme respuesta del público. Un llenazo a nivel de las mejores corridas de feria. Una organización impecable, que mantuvo el control del evento de principio a fin. La cultura gallística y la taurina unidas como una sola para demostrar sus valores, para decir con firmeza, creatividad e incluso alegría que nadie puede imponer o quitar una tradición. Danza folclórica inspirada en los toros para reafirmar que somos mestizos y que la Fiesta ya es totalmente nuestra. Un Himno Nacional cantado por 15.000 personas a capella, al igual que gritos de libertad que brotaban con la misma naturalidad con la que emana el toreo puro de las muñecas de un artista. Momentos emocionantes e inolvidables.

Ya en la materia que nos compete, decir que fue una noche de toros por demás interesante. Eso gracias a la conjunción de la voluntad y oficio de los toreros con la excelente presentación y buen juego del ganado. Excelente detalle al momento de nombrar a los ejemplares de las 4 ganaderías que participaron del festejo. “Libertad”, “Tolerante”, “Prohibido Prohibir”, “Mestizo” e “Indomable” dieron un buen juego en línea general y tuvieron una presentación adecuada a la categoría del festejo y de esta plaza.

Que David Fandila es un ídolo de la afición quiteña nadie puede negarlo a estas alturas. Y es que el granadino sabe ganarse el cariño y respeto del público capitalino a base de un toreo entregado y variado. Puso de cabeza a la Monumental en dos tercios de banderillas con su sello personal y ejecutó dos trasteos de mucha transmisión hacia los tendidos, especialmente en su segundo. Tres orejas a toda ley y los gritos de “Torero” por parte de una afición que lo tiene dentro de sus favoritos.

Sebastián Castella es otro referente, especialmente para la nueva generación de taurinos. Cara y cruz para el francés. Al primero, tras un prometedor inicio en tablas, no pudo luego encontrarle ni sitio ni distancia para consolidar una faena. Aburridos el toro, el torero y las fanáticas del de Beziers. Con su segundo y que cerraba plaza llegó la locura y los momentos de mayor interés de la noche. Luego de un suave saludo capotero, Castella tomó los palos e invitó a sus compañeros para juntos protagonizar uno de los tercios de banderillas más espectaculares que recuerde esta plaza. Fandi de poder a poder, Campuzano al violín y Castella espectacular al quiebro para convertir a Iñaquito en manicomio. Inolvidable estampa la de los tres toreros solos en el ruedo. La faena de muleta fue un perfecto compendio de la tauromaquia castellista. Pases cambiados de inicio, toreo de cercanías y uno que otro guiño al tendido que, entregado como estaba, disfrutó del toreo del francés. Petición de indulto fuera de lugar y máximos trofeos para Castella luego de una buena estocada. Algún exceso debía tener la noche, pues era para dos orejas a toda ley y para nada más.

Lo más destacado de la actuación de Martín Campuzano fue el brindis a sus compañeros de la Unión de Toreros del Ecuador y al personal de plaza. Después al compatriota lo condicionó una fea voltereta cuando iniciaba la faena de muleta al único ejemplar que lidió. El de santacoloma tenía picante y casta y Martín no logró nunca encontrarle el sitio. Pases sueltos, de mucha voluntad pero poco contenido. Un toro muy interesante que se quedó inédito por esto. Mal con los aceros el nacional, pese a lo cual recibió cariñosas palmas por parte del respetable. Así son los toros y otra vez será.

La noche culminó con los tres toreros en hombros por la puerta grande y con un público que salió toreando de la plaza, orgulloso de su afición y de su herencia cultural y que demostró estar dispuesto a luchar por la Fiesta. La llama que Neptalí Casa “El Tortuga” encendió antes del paseíllo no se apaga. Permanecerá encendida para siempre en el corazón y la mente de quienes tuvimos la suerte de ser parte de este histórico festival. La lucha por la libertad está más viva que nunca, al igual que la Fiesta Brava en Ecuador.

DETOROS EN LIBERTAD