domingo, 19 de diciembre de 2010

Las peñas taurinas de Quito anunciaron una "protesta frontal" para mantener viva la fiesta brava

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Las peñas taurinas de Quito anunciaron una "protesta frontal" para mantener viva una tradición añeja e impedir la "estocada de muerte" contra la fiesta brava.

Para Correa, "la base de la inseguridad es la violencia" y esta se expresa de distintas maneras; por ejemplo, "maltratar a un animal es violencia" así como matar, pero hay también una "violencia estructural" que se expresa en las diferencias entre ricos y pobres.

Lo que el Gobierno pretende es construir "un Ecuador sin violencia de ninguna especie", dijo hoy el mandatario ecuatoriano al reconocer que su propuesta generaría la reacción de grupos, sobre todo de la oligarquía quiteña, que ha defendido a ultranza la Feria "Jesús del Gran Poder" de las críticas de los antitaurinos.

Carlos Solines, presidente de las peñas taurinas de Quito, expresó a Efe su "total desacuerdo con la posición del presidente", aunque dijo "respetar su forma de pensar".

Para el taurino es "incomprensible e injustificable el ataque a la fiesta de los toros".

"Hay personas que consumen licor, fuman, hay niños que visitan zoológicos donde hay animales condenados a perpetuidad", las peleas de gallos, populares en varias regiones del país, y el boxeo, son para Solines otras demostraciones que deberían entrar en el mismo análisis, pero que no han recibido el mismo trato.

"Hay personas a las que les gusta la caza y la pesca deportiva", actividades de esparcimiento social "que hay que respetar", por lo que "no tiene ningún sentido el que se haya hecho toda una apología de las corridas de toros", apuntó el taurino.

También mencionó a los juegos electrónicos y juguetes que inundan los mercados del país y que vinculan a la infancia y a la juventud con mensajes violentos.

Asimismo, señaló que los medios de comunicación presentan a diario informaciones de violencia e incluso se ha llegado a proyectar guerras "en vivo y en directo".

"En el mundo en que vivimos hay tantas cosas que prohibir y cambiar, que nos parece ridículo la actitud de personas que quieren que no haya corridas de toros", agregó Solines.

Para él, "son unos 40 ó 50 muchachitos desadaptados los que han hecho esto", una campaña contra las corridas de toros y que han incurrido en "una falta de respeto" contra un sector de la ciudadanía.

Solines defendió la fiesta brava como "un arte", en el que se sacrifican "unos 40 toros que han sido criados para eso" y que, además, representan a una tradición que viene desde tiempos milenarios y de diversas culturas.

En un festejo, dijo, se observa "arte, a una persona que con elegancia, con garbo, con ceremonia y con una cantidad de ritos y actitudes desafía el peligro, pone en riesgo su vida ante un toro que ha sido creado para eso y que es distinto al ganado que se sacrifica para la alimentación".

Todos estos análisis, dijo Solines, requieren de un "debate amplio" que no puede dilucidarse, según él, "con un plumazo", porque con esas actitudes "no se acabarán las bases de la violencia".

Por ello, exigió "respeto hacia las personas a las que nos gusta este arte, como nosotros respetamos a otros" colectivos.

"No creo que la fiesta brava esté herida de muerte, como tampoco creo que los ecuatorianos seamos irrespetuosos. A los que no les gustan los toros que no acudan a las corridas, como tampoco los que no nos gusta el fútbol vamos a los estadios, donde incluso hay más violencia", apostilló el taurino ecuatoriano. EFE