En una tarde nublada y con ligera llovizna durante
toda la tarde se desarrollo un interesante festejo taurino con alrededor de un
tres tercios de plaza de público en los tendidos.
Se lidio en primer lugar un novillo bastante serio de “San
Lucas”, que correspondió al novillero José Cortez Hacha, que fue el garbanzo
negro manso descastado y sin opciones con el cual el novillero no pudo hacer
mas que despacharlo con dignidad, en segundo lugar se lidió un novillo del
hierro “San Luis”, muy noble pero con las fuerzas justas que correspondió al
rejoneador Sebastián Peñaherrera, con el cual estuvo voluntarioso templado y
conectó de buena manera con el público, lo despachó de un certero rejonazo y se
hizo acreedor a la primera oreja de la tarde.
En tercer lugar salto al ruedo un toro algo terciado
pero de unas hechuras excepcionales del hierro de “San Lucas”, que luego les
haría honra ya que fue un gran toro de principio a fin correspondió en suerte a
José Antonio Benítez, el cual aprovechó de muy buena manera las cualidades del
toro y recreándose con él hasta indultarlo muy merecidamente, ya que tuvo
bravura nobleza fijeza y recorrido, por lo que paseó los trofeos simbólicos dos
orejas y rabo.
En último lugar salió a la plaza un toro serio y con
gran trapío, cinqueño de la ganadería de la viña que dio buen juego y
correspondió a Pablo Santamaría, el cual estuvo a la altura brindando una gran
faena y culminada con una buena estocada de efectos fulminantes por lo que fue
merecedor a las dos orejas.
La afición de Chillanes sacó a los tres toreros a
hombros dejando un gran ambiente taurino en la localidad.