Con una enorme ilusión de vivir en directo la pasión del toreo y con la intención de ofrecer al Ecuador información relevante de lo que sucede en el mundo taurino, Toros Ecuador hizo el esfuerzo de realizar un viaje por Sevilla y Madrid, las capitales del mundo de la tauromaquia.
Me desplacé en vuelo hasta Madrid, de allí en auto rentado hasta Sevilla, capital de Andalucía, el sitio más bello del mundo para mí y muchos amantes del toro, del cantejondo, del flamenco, del tablado, de la pasión por la vida, y de tantas cosas más. La Giralda, el Alcázar, la Torre del Oro muestran el pasado sevillano lleno de gloria y esplendor. Pero también está Triana, el barrio de Santa Cruz, la ciudad de la Expo 92, como ejemplos ciertos que la ciudad también vive mirando al presente y al futuro, sin perder su encanto propio de calor humano y pasión por el arte.
Y ahí, en la orilla del Guadalquivir, está la plaza de toros más conocedora y difícil del mundo. La Real Maestranza de Caballería de Sevilla es un monumento al arte del toreo, es un templo sagrado que solo unos pocos predestinados pueden abrir su famosa Puerta del Príncipe. Sus muros, arquerías, graderíos pero sobre todo su arena, tiene infinitas historias embrujadas de arte, vida y muerte. Cuando llega la Feria de Abril, desde el Domingo de Resurrección, toda la ciudad se vuelca a su pasión torera. La gente vibra con el toreo, está en su sangre, a fin de cuentas, la vida misma es como una corrida de toros, la vida juega con la muerte y en el medio, el ser humano busca encontrar su destino.
La empresa administradora de la plaza nos recibió con los brazos abiertos. Solidarios como sólo los andaluces son capaces de ser, nos manifestaron su apoyo a la defensa del toreo en Ecuador y hacían votos porque los ecuatorianos taurinos seamos capaces de levantar nuestra voz y hacer respetar nuestro derecho a amar lo que amamos, a vivir y soñar con lo que queremos. A fin de cuentas, y como ya hemos dicho, se trata de defender un valor personal, al que nada ni nadie puede soslayar, prohibir o juzgar. A ellos, nuestro más profundo agradecimiento.
El público sevillano es el más duro y exigente. Los toreros dicen que el silencio de la Maestranza es peor que una corneada, significa el rechazo e indiferencia ante lo hecho por el torero. Al contrario, los aplausos y las orejas, y sobre todo la Puerta del Príncipe son como alcanzar el cielo y la eternidad. La corrida que presenciamos tuvo de todo, aplausos y silencio, en el ambiente se respiraba sapiencia y pasión. Sin duda, no hay nada mejor que vivir el toreo como en Sevilla.
Atrás quedó Sevilla para recorrer aquellos pueblos gitanos incrustados en medio de la Sierra Nevada, que tienen plazas pequeñas pero con un corazón gigante. Arcos de la Frontera, Ronda, Cetenil, Ubrique, y tantos otros, son pueblos blancos de magia sublime que, a decir de Serrat, “que a fuerza de no ver nunca el mar, se olvidaron de llorar”. Fuera de Ubrique coincidió que nos encontramos casualmente con la hacienda de Jesulín de Ubrique, un joven genio irreverente del toreo que hasta hace muy poco deleitó con sus caprichos y sobre todo con su arte infinito. Junto a su casa, un cortijo maravilloso pintado de rojo sangre y oro, como un traje de luces. Su colorido combinaba el verde pálido de los olivares que poblaban la montaña que terminaba en un azul profundo de un cielo que no quería perderse ni un detalle de tanta belleza.
Teníamos que dejar Andalucía para asistir a tres corridas de toros ni más ni menos que en la Plaza de Las Ventas, el templo sagrado del toreo y principal plaza del mundo. Al igual que Sevilla, Madrid lleva el toreo en la sangre, su gente vive, comenta, transpira la pasión por el arte de la tauromaquia. Su aforo de casi veinte y tres mil personas, generalmente se llena con gente que conoce mucho, que va a ver toros y a vivirlos en carne viva. Esas sensaciones vuelan hasta el ruedo para exigir lo mejor del repertorio y poder de los toreros en suerte. Cortar orejas es un desafío que salva la temporada de los toreros, o la hunde si no se logra cuajar una faena relevante. En ese caso, solo espera el olvido.
Toros Ecuador se siente orgulloso por el trabajo realizado. Hemos cumplido una labor inédita, sin precedentes, en las dos plazas más importantes del mundo. Antes estuvimos en Medellín, Guadalajara, todas las ferias importantes del Ecuador, ahora en España. Siempre buscando ofrecer una información actual y de alta calidad de crónica y fotografía para levantar el espíritu taurino de nuestros compatriotas ecuatorianos. Nuestro afán es difundir y democratizar el conocimiento sobre la fiesta de los toros. El sacrificio personal y económico que realizamos vale la pena porque sabemos que estamos sembrando en terreno fértil, Viva el Ecuador taurino. Viva el Ecuador libre!!
Morenito de la Reina
