martes, 22 de abril de 2014

Cruz Ordóñez y Fandiño a hombros en Riobamba

Riobamba tenía gran expectativa por el cartel que haría el paseíllo en la Monumental Raúl Dávalos. Y no era para menos, pues se juntaron un torero artista como Javier Conde, un poderoso como Iván Fandiño y el cada vez más cuajado oriundo de la tierra Mariano Cruz. Una plaza casi llena admiró y aplaudió, y también criticó, la lidia de los toros de El Pinar y Campo Bravo, de diverso trapío y calidad.

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Javier Cónde regresó al país luego de varios años de ausencia, su cartel es importante en el Ecuador, pero ayer no tuvo suerte ni estuvo metido con sus toros. El primero de su lote era bravo aunque debía ser domada su arrancada a trampicones. No lo hizo y lo pasaportó sin pena ni gloria. Su segundo tenía menos clase pero trató a meterse con el público que le exigía más entrega de su arte, que es mucho. Una verónica de artista y varios derechazos al final de la lidia arrancaron los olés del público que se quedó con las ganas de ver la maestría del malagueño. Otra vez será.

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El riobambeño Mariano Cruz Ordóñez sabía de la responsabilidad que tenía al compartir cartel con dos figuras del toreo. Y estuvo a la altura, no solo por el pundonor y corazón que lo metió hasta el estoicismo, sino por las buenas hechuras de su toreo. Cayó de pie como figura de la tauromaquia ecuatoriana. En su primero fue pura voluntad acompañada de una buena faena de capote y gran estocada recibiendo, que le hicieron merecedor de una oreja. En su segundo hizo todo bien. Recibió al astado de Campo Bravo con una larga cambiada para luego  ejecutar unas verónicas de rodillas, que entusiasmaron a la parroquia. Su capote y luego su muleta lograron controlar la fulgurante embestida del quinto de la tarde, muy noble y bravo. Cuando ya se hizo con el toro, cuajó una muy buena faena de derechazos que terminaban adornados con molinetes y pases de pecho de buena factura. El público vio toro y torero, y clamó por el indulto que fue concedido, y el paisano dio la vuelta al ruedo con las dos orejas y el rabo que lo consagraron como el triunfador de la tarde. Enhorabuena por el torero nacional.

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Iván Fandiño consolida cada vez más y con letras de oro fundidas en piedra su gran cartel en el Ecuador. Es un torero poderoso que encuentra la cadencia, tiempos y compás en cada toro que se le enfrenta. Ayer tuvo una presentación digna de su gran repertorio. Su primer toro era el más pequeño de la tarde, pero tuvo el suficiente recorrido para permitir al de Ortuño desplegar su capote con solvencia y la muleta pausada, que alargaba su cauce y redondeaba la faena. Dos orejas que le permitieron salir en hombros en medio de los aplausos y reconocimiento del respetable. Antes de torear a su segundo toro, hizo un quite maravilloso al toro de Mariano Cruz, especialmente dos chicuelinas y un pase afarolado que quedarán en la memoria de la plaza de la Sultana de los Andes por  mucho tiempo. En su segundo repitió una faena de clase, con su repertorio artístico, pasaportó a este toro de una certera estocada, fue premiado con una oreja en reconocimiento a su faena, dio la vuelta al ruedo en medio de una cerrada ovación.

Síntesis de la Corrida: Plaza de Toros “Raúl Dávalos”, Riobamba, provincia de Chimborazo, tres cuartos largos de plaza, se lidiaron tres toros Campo Bravo, un toro de El Pinar, y dos de Santa Martha, de justa presentación, de variado juego, corrida promedio de 450 kilos. Javier Conde: palmas ,pitos y palmas; Mariano Cruz Ordóñez: Oreja y dos orejas y rabo simbólicos tras indulto; Iván Fandiño: Dos Oreja y Oreja.

Incidencias: Se realizó un merecido homenaje a Don Patricio García, principal de Tauroproducciones por su aporte a la fiesta brava en la provincia. El toro del hierro de Campo Bravo, de nombre “Sabueso”, de 451 kilos fue indultado por el diestro riobambeño Mariano Cruz Ordóñez. El torero de Plata Carlos López sufrió una aparatosa cogida después de banderillear al tercer toro de la tarde, que pudo ser de consecuencias graves.