domingo, 28 de julio de 2013

Talavante a hombros, chispazos de genio de Morante en Valencia

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El cartel que Toros Ecuador vino a cubrir en Valencia no era poca cosa. Frente a frente dos poderosos del toreo actual. Talavante está cada vez más cuajado. Y que decir de Morante, el genio del toreo actual y para muchos, incluso para mí, uno de los grandes de la historia.

Tres toros de Domecq le tocaron en suerte a Morante, ninguno de ellos con fuerza ni raza. Es penoso ver cómo una ganadería tan sería e histórica esté produciendo este tipo de toros, sosos y sin recorrido ni transmisión.

En los dos primeros toros de Morante, el sevillano dibujó esas verónicas inmortales que sólo él es capaz de crear. Pero sin toro nada se podía hacer.

Parecía que iba a ser lo mismo el tercero, otro manso al cual el público exigía que el maestro lo despachara. Pérez en apenas un segundo todo cambió, cuando con la muleta Morante cuajó una tanda de pases que pusieron de pie y con la piel de gallina a toda plaza. Los gritos destemplados fueron reemplazados por gritos de olé  olé y olé. Los aplausos y la entrega del público era evidente. En el ruedo, Morante realizó unos derechazos que hacían que el toro se confunda con el trapo y cuerpo del torero por lo ceñidos que eran. 

Los recortes daban aire al bicho y lo ubicaban donde el torero quería. Un aura de embrujo cubrió el coso valenciano. El genio estaba presente. Mató con un estocadón y paseó una oreja muy merecida ante el clamor del respetable que vitoreaba su nombre. Vaya dicha de haber visto semejante pedazo de torero.

Talavante busca en cada tarde ganar más cartel entre las figuras del toreo. Aún tiene la manía de ser demasiado técnico y llevar al toro por fuera. Pero nadie pie negar sus virtudes, y ahora las afloró en varios momentos de la tarde. Una oreja en su primero y otra en su tercero fueron los justos premios para sus faenas que tuvieron transmisión, especialmente en su primero. Con la muleta se sintió cómodo y cuajó buenas tandas de derechazos y naturales de calidad. Buscó, y a ratos lo logró, fijar al toro en los medios y lo hizo humillar en redondos de mucha valía. Dos buenas estocadas en esos toros completaron faenas de mérito que lo enrumbo a la puerta grande, que la vio en hombros.
Mañana estaremos en la última de Feria, que es el mano a mano de los rejoneadores Andy Cartagena y Diego Ventura, con toros de Fermín Bohórquez.  Morenito de la Reina.

Plaza de Valencia: Tres cuartos de plaza. Morante de la Puebla: Silencio, silencio y oreja tras aviso que no paseó; Alejandro Talavante: Oreja, silencio y oreja tras aviso, Ganadería: Toros de Juan Pedro Domecq de mal juego y Victoriano del Río dos encastados y nobles.